lunes, 25 de mayo de 2015

Relatos del concurso

Hola lectores. Hoy os traigo los demás relatos de los participantes del concurso:


Pasión con el corazón - Carlos


Dejó el libro sobre la mesilla de noche. No podía pensar en otra cosa que no fuera en la chica que había conocido aquella noche. La había visto con un vestido negro ceñido que resaltaba su esbelta figura.
Se levantó de la cama y cogió el teléfono móvil que había dejado cargando en el borde de la cómoda. Abrió la aplicación Whatsapp y seguidamente la conversación que había tenido con ella.
En la cabecera del móvil había un nombre: Jose, un nombre falso. ¿Por qué cambiar el nombre de la chica que había conocido esa noche? La respuesta era muy clara: por su novia. Su  novia le espiaba y por eso tuvo que ocultar a su nueva "amiga".
En ese momento Ángel mantenía una relación, una relación de la que quería librarse, una relación que había pasado del amor al odio mutuo. El problema de la pareja, los motivos de las discusiones de los "enamorados" habían sido la convivencia y los celos de ella hacía todo lo que hacía él. En los últimos meses todo eran gritos en la casa que compartía la pareja.
Esa  noche había despejado la mente de Ángel. Conocer a María José le había abierto los ojos. Sentía una sensación que no había sentido en su vida, ni siquiera cuando conoció a Vanesa, su cónyuge. ¿Era lo que se llamaba amor a primera vista?
La RAE define el amor como el "sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear". ¿Era eso lo que Ángel sentía dentro de él?
Él lo hubiera definido de otra manera. Las palabras que se le venían a la cabeza cuando pensaba en María José eran emoción, sentimiento, ternura, en fin, PASIÓN.
Abrió el teclado del móvil y escribió una frase que le cambiaría la vida radicalmente, es decir, 360 grados: "Quiero decirte algo que no te he dicho en toda la noche, TE QUIERO".
Las dos flechitas azules del mensaje indicaron que la destinataria había leído el mensaje. Los segundos pasaban lentos, viendo el cartel que había debajo del nombre pasar intermitentemente de "en línea" a "escribiendo...".
Por fin apareció un mensaje en la pantalla: "Tenemos que hablar. Cara a cara. Me he quedado con las ganas de decirte un par de cosas."
Las cosquillas de la barriga de Ángel volvieron a aparecer con más fuerza aún. Esperaría con ansia la cita que iba a producirse próximamente.
***
Ángel esperaba sentado en un taburete la llegada de su "amiga". Nervioso, miraba su reloj constantemente. María José apareció por la puerta del bar preciosa, como la otra noche.
En un intento de caballerosidad, Ángel se levantó del taburete para darle dos besos pero, cuando iba a hacerlo, María José resbaló y esto hizo que los labios de ambos chocaran. ¿Era eso una señal del destino?
Empezaron una conversación que prometía mucho:
- Mira María José, quiero decirte algo. Cuando te vi la otra noche me gustaste muchísimo, y sinceramente, creo que no puedo vivir sin ti. Estoy todo el día pensado en ti, y no puedo sacarte de mi cabeza.
El frío del invierno azotaba fuerte en la ciudad, pero ellos dos no lo sentían. Es más, sentían un calor constante subir por sus cuerpos.
- No puedo decir que no sienta lo mismo que tú, pero, ¿no crees que es muy pronto para empezar algo?
Ángel se fue acercando lentamente, mirándola directamente a los ojos, y poco a poco, pudo sentir la intensa fusión de sus labios, el dulzor llenándola por completo. Podía sentir como cada uno pasaba a ser parte del otro, como dejaban de ser individuos por separado para convertirse en uno solo.
- Si te digo la verdad, no creo que sea pronto. El tiempo es relativo -dijo Ángel tras despegar sus labios de los de María José.
María José repitió la acción de Ángel, y lo besó con pasión.
- Tienes razón -replicó cuando por fin pudo respirar.
La pareja pagó lo que se habían tomado y se fueron directamente a casa de esta.
Entraron en la habitación y se tumbaron en la cama. Entonces empezaron a sentirse el uno al otro. Mirándola provocadora pero dulcemente, Ángel la acercó a él con un abrazo. María José desabrochó la camisa de su hombre y empezó a darle pequeños besos en su pecho, sintiendo los latidos de su corazón.
Le llenó de caricias todo el cuerpo, exaltándolo y haciéndole desear que ese momento fuera eterno, y al darle un beso en el cuello, miro a sus ojos y sonrió tiernamente.
Sus muestras tan llenas de amor, la tenían en éxtasis. Ambos sabían que eran uno solo esa noche.


Iona - Daniela


     Estabamos a principios del verano y la unica cosa que me importaba era divertirme y olvidarme de todo, aunque sea solo por unas semanas. Queria olvidarme del infierno en el que vivia desde el dia qe mi vida se arruino, desde que perdi todo lo que tenia: a mis amigos, a mi familia y a la mas importante de todos, al amor de mi vida.
   Aun no puedo creer lo mucho que me distancie de mis amigos, no puedo creer que mi madre y mi hermana se han ido a vivir tan lejos y que me han dejado solo en un momento tan dificil de mi vida. Y lo que mas me cuesta aceptar es que ya no la tengo a ella.  Aunque me pasaron muchas cosas que nunca hubiera deseado vivir, podria haberlas superado teniendola a ella.
    No puedo dejar de pensar en como seria mi vida si aun viviera, si estaria conmigo igual que siempre, si ese dia no hubiera salido con sus amigas, si el asesino no la hubiera seguido, si el asasinato nunca hubiera pasado. Son cosas que no puedo superar y que me atormentan dia tras dia.   Estoy consciente de que las cosas no pueden seguir asi y, hace dias, busque a mis amigos. Es lo mejor para mi, superar tantas perdidas, dejar el pasado atrás y empezar a retomar mi vida.
      Es un dia precioso y decido llamarle a un amigo y salir a tomar algo. En la noche he quedado con todos mis amigos para salir de fiesta en una nueva discoteca a la que nunca he ido. Por la tarde, al regresar a mi casa, me doy cuenta de lo bien que me ha hecho sentir salir de nuevo a la calle, ir a tomar algo con un amigo y disfrutar de la vida...  Distrutar como cuando la tenia. Como cuando tenia a Sophia.
  A las diez y media salgo de casa y media hora despues aparco el coche y, al querrer entrar, un coche que aparcaba me atropello y , mas que nada, por el susto me he caido. De repente del coche sale una chica y acercandose con toda prisa y muy asustada me ayuda a levantare y dice:
-Perdoname! No te vi y tenia mucha prisa estas bien? -y me mira con la cara mas bonita que habia visto en mi vida . No se que contestarle simplemente con mirarla me quedo atontado. Su pelo largo y rubio, sus ojos azules, su cuerpo perfecto, toda ella perfecta y me deja sin palabras. Al final consigo contestarle:
-Tranquila. Fue mi culpa por no estar atento y por tener prisa. – le extiendo la mano y sigo- soy Andres, encantado de conocerte!                                                                                                                                   -Y yo soy Ioana y me alegro mucho de que no te paso nada grave. No me perdonaria nunca saber que por mi culpa te paso algo.                                                                                                                                 -Tranquila, no te preocupes, no pasa nada .– y, de repente,siento una horible necesidad de conocerla mejor, saber mas de ella  y sin darme cuenta sigo- Si te apetece y no tienes otros planes, podrias venir a tomar algo conmigo y con mis amigos. - al acabar la frase ya estaba arrepentido de haber abierto la boca, pero para mi sorpresa ella me sonrie .                                                                                                           -Estaria encantada! En realidad a eso habia venido, a tomar algo y a recordar viejos tiepos y viejos amigos.
           Enseguida entramos y le presento a mis amigos. El tiempo pasa volando y, despues de bailar un buen rato y tomarnos unas copas, siento un imenso deseo de besarla y lo hago. Al tocar sus labios con los mios, mil cosas pasan por mi mente. Es tan parecida a ella, a Sophia. La misma manera de besar, tan dulce y tierno, los mismos gestos. Todo tan parecido que me confunden y es como si volviera a estar con Sophia.
  Hacia las 3 de la mañana decidimos irnos. Como ella habia bebido mas que yo, dejo su coche y nos fuios en el mio.
    Al llegar frente a su casa la veo triste y apagada, como si llegar a casa seria lo mas doloroso que ha hecho en su vida y le pregunto:
Que te pasa? A que se debe este cabio de homor?
Nada. Solo que a veces las personas tienen secretos que les atorentan y les hacen la vida                                                                                          
imposible. Hay cosas que hasta despues de la muerte nos atorentan, cosas que nunca vamos a poder superar pero que estan alli.
Pero poque me dices todo esto?      
Por que tienes que entender que ciertas cosas no te van ha dejar de perseguir nunca, pero tendras que aprender a vivir con ellas. A lo mejor a ella tambien le esta costando mucho estar sin ti pero tu vida tiene que seguir. Ella no quiere que te aferres a su recuerdo. Quiere verte feliz y que disfrutes de la vida por los dos.
Estas hablando de Sophia?- ella asiente- Pero como puedes saber algo de ella si yo no te he contado nada?
Ya te he dicho que hay secretos que no se pueden revelar y que, por mas que quieras, solo puedes dar pistas pero jamas  contarlos.                                                                                                       Al verla de nuevo mirandome a la cara es como si no pudiera volver a decir nada. Siento que sabe mucho mas de lo que aparenta y tengo tantas preguntas que hacerle que no se por donde empezar.  Y, de repente me doy cuenta de que lo que me sale por la boca es la unica cosa que puedo decirle:
Te volvere a ver?
No lo se. A lo mejor si, pero ahora me tengo que ir. - y despues de decirme esto me da un beso en los labios  y, al salir del coche, entra en su casa sin mirar atrás.
              Al dia siguiente me doy cuenta que de su bolso ha caido un libro y, teniendo ya una escusa para ir a su casa, no me espero mas y arranco el coche.
              Al llegar en la puerta de su casa, toco el tibre y una mujer, que supongo que es su madre, me abre:
Buenos dias! Estoy buscando a su hija, es que anoche se ha dejado un libro en mi coche y quisiera devolverselo.
              Al oirme hablar, los ojos de la mujer se llenan de lagrimas y esta a punto de caerse cuando la agarro y la ayudo a sentarse ella me mira y llorando me pregunta:
Pero quien eres? Que haces en mi casa? Y por que me quieres atormentar de este modo?
Sus palabras me desconciertan y no se que contestarle pero al final consigo murmurar:
Señora, lo unico que queria es ver a su hija y devolverle el libro, pero si le molesta puedo volver en otro momento.
Es que tu no entiendes!- me grita y yo, sorprendido, me quedo mirandola- tu no puedes haber estado con mi hija anoche y, sin embargo, tienes su libro...  Es lo que me desconcierta.
Pero como que no es posible? Si hace pocas horas la deje en frente de esta casa y la vi entrar.
Quiero que te vayas en este momento de mi casa. Ya no puedo escucarte mas- y un momento despues me vuelve a gritar- no puedes haber visto a mi hija porque  hace 5 años que se murio- y empieza a llorar mas fuerte que antes.
             Al escuchar esto me doy cuenta por que sabia tantas cosas de mi y de Sophia y por que no podia hablar mas. Ella no era una chica normal, Ioana era algo que ni yo mismo me puedo dar cuenta que.


Y aquí lo dejo. Aun quedan pero esto ya se alarga demasiado. Los demás a la próxima.

Eso es todo lectores... Hasta la próxima.

7 comentarios:

  1. Holaa! Me han gustado mucho guapas ^^
    Un besazoooo

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  2. *O* me he perdido un concurso de relatos!! No me lo puedo creer! Creo que a partir de ahora voy a tener que revisar todos los blogs todos los días por si acaso ;_;

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  3. ¡Buenaas!
    Me han encantado los relatos ^^

    ¡Besos!

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  4. ¡¡Que guays!! :D
    ¡¡Un besote!! ^^

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  5. ¡Hola!
    Hay relatos bastante buenos.
    Un beso.

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  6. ¡Hola!
    Hay relatos bastante buenos.
    Un beso.

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  7. ¡Hola!
    Hay relatos bastante buenos.
    Un beso.

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